Desde sus orígenes, Arija Soluciones ha apostado por valorizar proyectos y herramientas culturales como motor de desarrollo y transformación sociodemográfica, sobre todo, en áreas rurales despobladas.

La experiencia en el marco asociativo de la mayoría de integrantes del equipo, así como las relaciones con otras entidades culturales que trabajan realidades periféricas, tanto en el urbano como en el rural, han generado un poso de experiencia común en cuanto a la gestión de proyectos y la solución de problemáticas.

Además de mantener una línea de producción cultural propia, Arija sigue aplicando estos aprendizajes a cada proceso de intervención sectorial o territorial.

Entre las líneas de negocio más importantes del área “Soluciones”, los procesos de aceleración de proyectos culturales y la tecnificación de protocolos y herramientas adaptadas a sus equipos de gestión ha sido siempre una apuesta de la entidad.

La convergencia en este área de actuación, eminentemente vocacional, de todos los componentes del equipo, así como los aportes de muchos de nuestros colaboradores habituales, han dado como resultado una metodología propia que es seña de identidad de la marca.

La fórmula, de planteamiento sencillo y ejecución paciente, se basa en un acercamiento desde la escucha activa a los proyectos y las personas que lo sostienen que, superpuesto a un conocimiento del ecosistema territorial y sectorial en el que pretenden ubicarse, permiten realizar un diagnóstico de situación inicial.

Esta radiografía desde la observación externa de perfil técnico, con sensibilidad hacia el componente humano de estos proyectos es, sin lugar a dudas, el paso más difícil para la mayoría de agentes culturales que han confiado en nuestros planteamientos.

A partir de aquí, un co-diseño de planificación estratégica integrándonos en los equipos de gestión, dotado de seguridad jurídica y administrativa en los procesos, una intensa labor de captación de recursos aplicando líneas de financiación específica y no tan específica y la oferta de servicios de soporte complementarios en términos de diseño, comunicación, documentación etc. suelen alternar protagonismo en las distintas fases de aceleración.

Casi como acto de militancia, facilitar el acceso a estos servicios a nuestros clientes ha primado siempre sobre la variable económica y los umbrales de rentabilidad. Mayoritariamente, el resultado ha sido satisfactorio para ambas partes, ya que el crecimiento y la consolidación de los proyectos ha derivado en la demanda de servicios continuistas proporcionados por el equipo de Arija.

El valor pasa por generar redes de apoyo mútuo y establecer lazos de confianza, que revierten en la sociedad y en la configuración de “nuevas ruralidades”.